Reflexionando un poco más, no sólo la elección de armas nuevas,
sino su registro ante un cronista rey de armas ha de ser forzosamente también
un acto bueno. San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás, santo fundador, así
lo hizo ante la autoridad de don Vicente de Cadenas, tal como recoge su obra Blasonario de la consanguinidad ibérica
en su tomo segundo.