Dando de alguna forma continuidad a la reciente entrada
relativa a las instituciones ficticias que fueron descritas en farsa me permito exponer
solamente un par de apuntes:
Es curioso. Aquella entrada poseía un valor más de relleno
que otra cosa, de no saber qué contar y aprovecharme de la estela de los blogs
de los amigos. No pretendía otra cosa que hacer esbozar una sonrisa. Todas las
instituciones que se refirieron resultaban falsas de toda falsedad, por
supuesto. Y sin embargo se han multiplicado los enlaces en las redes a ese
texto en particular, como si su contenido expusiera acusaciones, pero no, se
trata de una pura farsa, de una mascarada.
Y llama la atención igualmente las ampollas que ha
levantado entre los que se han querido ver retratados. No, no pretendí hacer
burla de nadie más que de mí mismo y del ficticio y teatral reino del
Maestrazgo.
En cualquier caso, lo que de verdad me exasperaría
sería que de existir esas órdenes ficticias a las que se hacía referencia, no
tuvieran la deferencia de invitarme a sus fiestas. Prometerían ser
verdaderamente divertidas.
Hoy le propongo, improbable
lector, que dedique un rato a escuchar la entrevista que en la sede barcelonesa
de la cadena SER se ha realizado recientemente al heraldista don Armand de Fluvià.
Habla un poco de todo, pero lo que aporta enlaza de algún modo con aquello que
se describió.