Dignidad y buenas maneras son
virtudes que deben guardarse incluso cuando no encajen en el contexto.
El príncipe de Asturias demostró
que domina su papel institucional y que sabe preservar maneras y cordura aún
ante insolencias propias de ofuscados.
Se añade a esta tediosa cadena un enlace que recoge el buen hacer del heredero de la corona, sabiendo
ser cortés frente a la ordinariez.
El vínculo pulsando sobre la
palabra que sigue: desfachatez.
Ornamentan esta entrada las
armas del príncipe de Asturias, que lo es también de Gerona.