Remite un brillante artículo don Pierre de Losada y Martí, relativo a la orden del Puercoespín. Las que siguen son sus palabras:
La Orden del Puercoespín o del Camail
Por el Heraldo Madrigal
Por el Heraldo Madrigal
Los príncipes particularmente los de la Casa de Francia, crearon numerosas órdenes caballerescas. Estas instituciones conocieron fortunas diversas porque si algunas todavía existen en nuestros días, otras conocieron en cambio una vida muy corta, como la Orden del Puercoespín o del Camail. Esta hermandad de caballeros que había tenido una existencia muy reducida en el tiempo no dejó sólo mucho pocos documentos a la disposición de los historiadores. Este nombramiento doble, Puercoespín o Camail, traduce el lado efímero y enigmático de los caballeros de esta Orden francés.
Los grandes señores feudales tenían entonces la preocupación permanente de fidelizar a su clientela. Los príncipes, en verdaderos monarcas, instituyeron pues las hermandades caballerescas y pretextas a regocijos solemnes, con prestaciones de juramento y obligadas de capítulos regulares que reunían la flor de la caballería de sus estados. La entrega del collar de una Orden era una recompensa suprema que dedicaba la carrera de un vasallo fiel y meritorio. De este modo como veremos la creación del orden del Baño (1399, creado por Henri IV de Inglaterra) y el de la Jarretera (1348 por Edouard III), el Toisón de Oro (1430 por Felipe el Bueno) duques de Borgoña, la Orden de Hermiña (1381 por Juan IV) entre los duques de Bretaña, la Orden del Escudo de Oro y de Nuestra Señora del Cardo (1369 por Luis II) por los duques de Bourbon y en Provenza la Orden del Croissant (en 1448), creada por René, duque de Anjou, duque de Bar y de Lorena, conde de Provenza, rey de Nápoles y de Jerusalén, más conocido bajo el nombre del Buen Rey René.
Sólo los grandes señores tenían el privilegio de ser admitido y los príncipes que concedían el Collar de la orden de que eran Gran Maestre se aseguraban la fidelidad del caballero. Consolidaban así alianzas políticas muy frágiles en el tablero de ajedrez feudal.
La creación de una Orden de caballería era un acto altamente simbólico destinado a afirmar una soberanía. Esto proporcionaba la ocasión de dar fiestas suntuosas donde se reunían los partidarios del príncipe. Éste encontraba allí la ocasión de fijar sus pretensiones, sus ambiciones expansionistas.
La creación de una Orden de caballería era un acto altamente simbólico destinado a afirmar una soberanía. Esto proporcionaba la ocasión de dar fiestas suntuosas donde se reunían los partidarios del príncipe. Éste encontraba allí la ocasión de fijar sus pretensiones, sus ambiciones expansionistas.
Por el rodeo de la simbología de las insignias caballerescas, lo que esto fue con bestiario heráldico o por la intervención de sus divisas, el príncipe expresaba su supremacía soberana y consolidaba sus ambiciones políticas.
En el caso del Puercoespín con su divisa, Luis de Orléans pensaba demostrar a su mortal rival, Juan duque de Borgoña, el espíritu de desquite que le animaba. La divisa " Cominus y Eminus " que significa "De cerca y de Lejos" se remitía a las espinas de agujas que el animal lanza cuando se siente amenazado y puede proyectar para defenderse. Hecho rey Luis XII, el duque de Orleans suprimirá la Orden del Puercoespín o del Camail pero conservará la simbología muy poderosa del animal, a titulo personal.
En el caso del Puercoespín con su divisa, Luis de Orléans pensaba demostrar a su mortal rival, Juan duque de Borgoña, el espíritu de desquite que le animaba. La divisa " Cominus y Eminus " que significa "De cerca y de Lejos" se remitía a las espinas de agujas que el animal lanza cuando se siente amenazado y puede proyectar para defenderse. Hecho rey Luis XII, el duque de Orleans suprimirá la Orden del Puercoespín o del Camail pero conservará la simbología muy poderosa del animal, a titulo personal.
De hecho, hay muy pocos documentos en los archivos que relatan del orden del ducado de Orleans. Esta laguna iconográfica y escrita es causada sin duda a la precaridad de vida de la institución que fue suprimida por ése hasta el que lo había creado. Todavía existen numerosos puntos que hay que elucidar para su sujeto. Sabemos que el número de los caballeros fue limitado a veinte y cinco, el duque incluido y que a veces esta Orden también es llamada Orden del Camail (antiguamente Camahieu o Camaïeu).
La fecha de su creación es incierta (1394) y las informaciones que conciernen a la insignia de los caballeros quedan vagos. Ciertos historiadores suponen que el nombre del Camail viene del anillo de oro que fue devuelto a los caballeros de la Orden a causa del camafeo (palabra entonces sinónimo de piedra de ágata) en la cual fue grabado el puercoespín con su divisa. Para otros, este nombramiento vendría de la peregrina corta de la que el borde inferior es recortado en forma de dientes. Ella designa también el mono de malla que protege la cabeza y los hombros. Se trata del elemento de armadura constituido por mallas de acero. Su nombre « Camail » es una contracción de "Cap de Mailles".
Este término de camafeo o camail podría aplicarse también un collar al cual una grabadura con el puercoespín era appendido. ¿ Sería pues el anillo o el collar que inspiró el nombre de los caballeros? ¿ Habremos podido designar su hermandad bajo el nombre de Orden del Camail o convenía llamarles los caballeros de la piedra de la Orden del Puercoespín?
Los caballeros se llevaron desde hace mucho tiempo la verdad con ellos sobre este sujeto, que con una "punta" ligera de humor, podría ser cualificado de "espinoso ".
Uno de estos caballeros y no el menor, porque era Chambelán del duque de Orleans y Gobernador de Delfinado del 1403 al 1422, nos dejó, hacia 1408 gracias a sus marcas sigilarias, algunos indicios. Se trata de Guillaume de Laire, señor de Cornillon.
Podemos ver a este gran personaje sobre un sello magnífico, armorial de tipo pedestre.
Es revestido allí de su armadura, su cimera figura en su diestra (a la izquierda) bajo el escudo de armas de su dueño y señor (Delfinado: Cuartelado : a los 1 y 4, de azul, sembrado de flores de lises de oro; a los 2 y 3, de oro, a un delfín de azul, encendido, languado, crestado, barbelado y pasmado del campo).
Tiene este escudo en sus brazos para cederle la plaza de honor porque es la función de gobernador que es valorizada aquí.
Su escudo de armas personal (Laire: De plata, un león de sable; bordura engreslada de gules.) figura mucho más modestamente a su siniestra y un poco más bajo sobre el sello. Marca el rango del propietario que jerárquicamente es inferior en la pirámide feudal con sitio que es reservado para él sobre la composición del sello.
Guillaume de Laire lleva los atributos de la caballería con la espada por la que es ceñido, la armadura, las espuelas, la presencia de su cimera. Pero si estos elementos refieren su estatuto de guerrero medieval, otro, mucho más discreto, testimonia su pertenencia a una orden militar de caballería. Le adivinamos llevado en el cuello: es el collar, la peregrina famosa del orden del Puercoespín.
Esta marca sigilaria constituye con algunos otros, uno de los documentos raros que testimonia la antigua orden de caballería de los duques de Orleans.