jueves, 27 de febrero de 2014

DESVERGÜENZA

Dignidad y buenas maneras son virtudes que deben guardarse incluso cuando no encajen en el contexto.
El príncipe de Asturias demostró que domina su papel institucional y que sabe preservar maneras y cordura aún ante insolencias propias de ofuscados.
Se añade a esta tediosa cadena un enlace que recoge el buen hacer del heredero de la corona, sabiendo ser cortés frente a la ordinariez.
El vínculo pulsando sobre la palabra que sigue: desfachatez.
Ornamentan esta entrada las armas del príncipe de Asturias, que lo es también de Gerona.