Dylan Thomas: el poeta. El poeta por excelencia.
Alistado voluntariamente para participar en la segunda guerra mundial fue, muy a su pesar, declarado no apto por las autoridades británicas.
Poeta hasta el final, sus últimas palabras, instantes antes de fallecer en un hospital de Nueva York, fueron contundentes: ¡Me acabo de beber dieciocho whiskys seguidos, creo que he batido un récord!