En este tiempo en que no me he comunicado con usted, improbable lector, cometí una nueva carrionada: solicité, y me concedieron, el curso de la especialidad militar de Estadística. Seis meses de intenso estudio que han conseguido que la mente empezara a funcionar otra vez. Me estaba aborregando. Pero lo he logrado: ya tengo la especialidad militar en Estadística.