jueves, 6 de marzo de 2014

RETRATO

Se expuso hace ya mucho tiempo en aquel tedioso blog de heráldica el desarrollo de una de las tardes de tertulia heráldica.
Los protagonistas fueron seis súbditos del rey de España. Buenos amigos que por su calidad humana y el respeto que se profesan aún mantienen la frecuente costumbre de compaginar buenas comidas, sí y bebidas también improbable lector, con conversaciones sobre asuntos relacionados con la heráldica y sus ciencias tangenciales.
Todos ellos poseen la condición de nobles en el ficticio reino del Maestrazgo, menos quien suscribe, que es plebeyo de nacimiento y calidad.
Los integrantes primigenios de la tertulia fueron tres:
- Don José Luis Sampedro Escolar, marqués de Utrera en la comedia del reino del Maestrazgo, quien aporta la necesaria erudición y elevadísimo conocimiento a nuestras charlas. Trae por armas las del solar de Tejada, con escusón de su linaje.
- Don Jose Antonio Vivar del Riego, barón de Sórvigo en la farsa del reino del Maestrazgo, quien con su humor sabe lograr que recordemos las tertulias como un franco divertimento. No ha escogido armas. Las que le hemos atribuido entre todos son las de su población natal, con escusón de la ciudad de su esposa.
- y quien suscribe, que aportar aporta más bien poco.
Al poco tiempo de iniciar las reuniones se unieron tres integrantes, más o menos a la par, que no han cerrado el círculo de miembros dado que cualquier interesado en estos temas nuestros resultará bienvenido. Se trata de los siguientes sujetos:

- Don Ángel Mora Blanco, conde del Real de la Mora en el entremés del reino del Maestrazgo. Artista consumado, emplea su tiempo en la pintura, el dibujo, practicar música con el violín y la búsqueda de datos en los archivos de la capital. Su chispa e ingenio junto con su excelente visión de conjunto sobre quienes habitan estos complejos lares de las ciencias relacionadas con la heráldica trasmite al conjunto una imprescindible perspectiva.
- El señor de Sabiote en el teatro del reino del Maestrazgo, don Juan Fernández Molina. Extraordinario dibujante heráldico que nos regala sus agudezas y sabios consejos y cuyas distinguidas armas son las que aparecen a continuación, creadas y dibujadas por él mismo:
- Y el reverendo padre don Miguel Ángel García de Arteaga, que es monseñor en el circo del reino del Maestrazgo, quien nos aporta la necesaria corrección en el trato y su ingente sabiduría sobre costumbres y usos eclesiásticos. Trae por armas, de su entera elección, las que se representan en el dibujo siguiente:
Tan egregios personajes, con los que reunirse y pasarlo bien es todo uno, han quedado retratados para la posteridad, es lo que hoy pretendía exponer, por la docta mano de uno de ellos: don Ángel Mora Blanco.
La caricatura, en la que se puede leer más información que la que en apariencia se extrae de un somero vistazo, resume tanto la capacidad artística del conde del Real de la Mora, como el buen trato y sabia conversación que une al grupo.